domingo, 27 de octubre de 2013

Capítulo 5

  Cuando abrieron la puerta me encontré con la madre de Liam y a él por detrás dando botes para ponerse otros pantalones diferentes a los que tenía antes (si, se veían los calzoncillos) y su madre cuando me vio me dijo:

-Oh tu seras Liz ¿No? Yo soy la madre de Liam, Karen -dijo con una voz dulce
-Encantada -dije un poco nerviosa
-Tranquila, cariño, Liam ya sale, por cierto, Liam no para de hablar de ti
-Ja ja ¿Si? -dije quitando me un poco los nervios
-Constantemente, le tienes loquito -dijo su madre entre risas
-¿Que decís? -dijo Liam viniendo a nosotras teniendo un poco de miedo por lo que su madre puede estar diciendo me
-Nada, bueno aquí tienes tu dinero cariño -dijo su madre evitando el tema
-Bueno, vamos -Liam vino hacia mí me cogió por la cadera (sin llegar a el culo) para irnos. Él se había cambiado, como él me había dicho “quiero ir al menos casi casi tan guapo como tu tu”.

Por el camino todo fue risas y carreras hasta algunos sitios (siempre ganaba él, el asqueroso y su resistencia). Llegamos, cogimos una mesa y pedimos nuestra comida.
Cuando estaba pidiendo mi menú Liam estaba sentado esperando me, con mi bolso en la mesa, con mi móvil dentro, con todo mi material personal que no quería que nadie viese, pero él cogió mi móvil (como hacía poco que había cogido el movil, no tenía contraseña) y empezó a ver mis fotos de pequeña (con 9 o 10 años), yo era una chica gordita, no mucho, pero lo suficiente para que me sentara mal con mi cuerpo, tubo tiempo para ver mis fotografías de mis cortes desde mis primeros días hasta los de hace unos meses, no le dio tiempo a ver más porque ya estaba volviendo, pero llegué ha verlo viendo mis fotos, él estaba medio llorando por mi pasado, con una cara de querer abrazarme, lo hizo justamente cuando llegué, y empezó a llorar, y yo iba después, cuando el se despegó de mi me dijo entre lágrimas que a él le pasaba algo igual y dijo:

-Yo... de pequeño... -dijo mientras me secaba mis lágrimas y las suyas- nací... sin un riñón... todavía no lo tengo... aunque lo han intentado muchas veces -dijo mientras yo le miraba con cara de preocupación y algunas lágrimas de antes y de ahora
-Y es muy peligroso, eso... de el riñón??
-Si con solo decirte que me ponían unas 32 inyecciones al día y mis primeros años estuve casi viviendo en el hospital...
-Vale, es mucho, más fuerte de que yo me cortaba
-Y también... sufrí de bullying... algo más parecido a lo tuyo, al menos lo hemos superado
-Bueno... ahora... cuando la gente me dice algo malo de mi o cuando estoy muy nerviosa no puedo contenerme...
Liam me miró muy preocupado, y yo a la vez que él, eso es muy fuerte incluso para una chica que se cortaba
-Pero... ya has terminado... aunque no al completo?? no?? -dijo quedando lo claro
-Si, solo cuando estoy un poquito nerviosa -dije intentando quitarme el nerviosismo
-Y... como lo hiciste, como casi lo superaste?? dilo solo si tu quieres
-Bueno... mi madre un día me vio los cortes... y se lo contó a mi padre esa misma noche... llorando, los escuché, porque creían que estaba durmiendo, pero quería un baso de agua y los escuché... y al día siguiente me escapé para ir a una clase para controlarse... por mi sola, no quería ver a mis padres llorando... y así es como “lo dejé”
-Tu sola??
-Si -dije con un tonito victorioso
-Yo fui a cursos de boxeo cuando era pequeño, por lo del bullying... -dijo Liam también con un pequeño tono victorioso- pero también puede servir para que si alguien te dice algo malo yo te proteja
Estuvimos hablando sobre eso casi todo el día e incluso de protegernos mutuamente. Luego me acompañó a casa (llegamos por las 5 de la tarde) y me dijo que si me sentía nerviosa o mal que le llamase o le mandase un Puchumalil y le dije que no se preocupase que sería él el primero que avisaría.

Entré en casa y subí a mi habitación y cogí mi guitarra y me puse a componer (una cosa que nunca había hecho pero empezaba a sacar algunas notas). Estuve componiendo hasta la noche (ya no teníamos exámenes así que podía hacer lo que quisiera) cuando ya no podía sacar más empecé con la letra (aunque fue un poco más difícil) y cogí el móvil y empecé ha hablar con un gran amigo mío, porque venía en esta semana, hasta que me dormí.

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