Cuando abrieron la puerta me
encontré con la madre de Liam y a él por detrás dando botes para
ponerse otros pantalones diferentes a los que tenía antes (si, se
veían los calzoncillos) y su madre cuando me vio me dijo:
-Oh tu seras Liz ¿No? Yo soy la
madre de Liam, Karen -dijo con una voz dulce
-Encantada -dije un poco
nerviosa
-Tranquila, cariño, Liam ya
sale, por cierto, Liam no para de hablar de ti
-Ja ja ¿Si? -dije quitando me
un poco los nervios
-Constantemente, le tienes
loquito -dijo su madre entre risas
-¿Que decís? -dijo Liam
viniendo a nosotras teniendo un poco de miedo por lo que su madre
puede estar diciendo me
-Nada, bueno aquí tienes tu
dinero cariño -dijo su madre evitando el tema
-Bueno, vamos -Liam vino hacia
mí me cogió por la cadera (sin llegar a el culo) para irnos. Él se
había cambiado, como él me había dicho “quiero ir al menos
casi casi tan guapo como tu tu”.
Por el camino todo fue risas y
carreras hasta algunos sitios (siempre ganaba él, el asqueroso y su
resistencia). Llegamos, cogimos una mesa y pedimos nuestra comida.
Cuando estaba pidiendo mi menú
Liam estaba sentado esperando me, con mi bolso en la mesa, con mi
móvil dentro, con todo mi material personal que no quería que nadie
viese, pero él cogió mi móvil (como hacía poco que había cogido el movil, no tenía contraseña) y empezó a ver mis fotos de pequeña (con 9 o 10 años), yo era una
chica gordita, no mucho, pero lo suficiente para que me sentara mal
con mi cuerpo, tubo tiempo para
ver mis fotografías de mis cortes desde mis primeros días hasta los
de hace unos meses, no le dio tiempo a ver más porque ya estaba
volviendo, pero llegué ha verlo viendo mis fotos, él estaba medio
llorando por mi pasado, con una cara de querer abrazarme, lo hizo justamente cuando llegué, y empezó a llorar, y yo iba después,
cuando el se despegó de mi me dijo entre lágrimas que a él le
pasaba algo igual y dijo:
-Yo... de pequeño... -dijo
mientras me secaba mis lágrimas y las suyas- nací... sin un
riñón... todavía no lo tengo... aunque lo han intentado muchas
veces -dijo mientras yo le miraba con cara de preocupación y algunas
lágrimas de antes y de ahora
-Y es muy peligroso, eso... de
el riñón??
-Si con solo decirte que me
ponían unas 32 inyecciones al día y mis primeros años estuve casi
viviendo en el hospital...
-Vale, es mucho, más fuerte de
que yo me cortaba
-Y también... sufrí de
bullying... algo más parecido a lo tuyo, al menos lo hemos superado
-Bueno... ahora... cuando la
gente me dice algo malo de mi o cuando estoy muy nerviosa no puedo
contenerme...
Liam me miró muy preocupado,
y yo a la vez que él, eso es muy fuerte incluso para una chica que
se cortaba
-Pero... ya has terminado...
aunque no al completo?? no?? -dijo quedando lo claro
-Si, solo cuando estoy un
poquito nerviosa -dije intentando quitarme el nerviosismo
-Y... como lo hiciste, como casi
lo superaste?? dilo solo si tu quieres
-Bueno... mi madre un día me
vio los cortes... y se lo contó a mi padre esa misma noche... llorando, los escuché,
porque creían que estaba durmiendo, pero quería un baso de agua y
los escuché... y al día siguiente me escapé para ir a una clase
para controlarse... por mi sola, no quería ver a mis padres
llorando... y así es como “lo dejé”
-Tu sola??
-Si -dije con un tonito
victorioso
-Yo fui a cursos de boxeo cuando
era pequeño, por lo del bullying... -dijo Liam también con un
pequeño tono victorioso- pero también puede servir para que si
alguien te dice algo malo yo te proteja
Estuvimos hablando sobre eso
casi todo el día e incluso de protegernos mutuamente. Luego me
acompañó a casa (llegamos por las 5 de la tarde) y me dijo que si
me sentía nerviosa o mal que le llamase o le mandase un Puchumalil y
le dije que no se preocupase que sería él el primero que avisaría.
Entré en casa y subí a mi
habitación y cogí mi guitarra y me puse a componer (una cosa que
nunca había hecho pero empezaba a sacar algunas notas). Estuve
componiendo hasta la noche (ya no teníamos exámenes así que podía
hacer lo que quisiera) cuando ya no podía sacar más empecé con la
letra (aunque fue un poco más difícil) y cogí el móvil y empecé
ha hablar con un gran amigo mío, porque venía en esta semana, hasta
que me dormí.
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